lunes, 1 de diciembre de 2014

Agujeros negros

¿Qué son? Los agujeros negros son cuerpos que tienen una concentración de masa muy elevada en un espacio muy reducido en proporción a esa tal masa, es por ello que genera un campo gravitatorio prácticamente infinito.
Los agujeros negros engullen toda materia que encuentren a su alrededor, incluyendo planetas, estrellas y hasta galaxias enteras. También la propia luz.

¿Cómo se crean? Tras la muerte de una gigante roja (con muerte nos referimos a la extinción total de su energía), la fuerza gravitatoria de la estrella empieza a ejercer fuerza sobre sí misma originando una masa concentrada en un pequeño espacio, convirtiéndose en una enana blanca.
Este proceso sigue hasta el colapso del astro debido a la auto atracción gravitatoria, que termina por convertir a la enana blanca en un agujero negro.


Los agujeros negros existen desde que el universo nació, de todos los que había, los más grandes absorbieron los más pequeños, es por eso que en la actualidad los agujeros negros que quedan son los más grandes.

Se suelen situar en los centros de las galaxias. En la nuestra, Vía Láctea, hay uno. Y para poder fotografiarlo se necesitaría una cámara del tamaño de nuestra Tierra.

Se cree que los agujeros negros es una fuente espacio-temporal, ya que en el caso de que lográramos cruzarlo, nos transportaría a otro lugar y a una dimensión temporal distinta.



domingo, 30 de noviembre de 2014

Teoría del Big Bang

Como todos sabemos, la teoría principal del origen del Universo es el Big Bang. 
Según esta teoría, toda la materia que existe actualmente en el universo estuvo hace 14.000 millones de años (edad del universo) concentrada en un pequeño punto minúsculo, cuya dimensión era incluso más pequeña que la de un átomo.
Este punto, de densidad infinita, acumulaba una temperatura inmensamente elevada; es por ello que se dio lugar a una explosión, pasando de un tamaño invisible a percepción humana a lo que sería una pelota de tenis, o para verlo mejor; como si esa pelota de tenis hubiese pasado a ser del tamaño de la Tierra. Y, todo esto, en menos de una millonésima parte de segundo.
Es decir, la explosión fue a una velocidad mayor que la luz, lo que contradice la Teoría de la Relatividad especial, que postulaba que la materia no podía moverse a una velocidad mayor que la luz.

Las primeras partículas que se crearon fueron las partículas subatómicas, mucho más tarde, pasado un segundo, se creó el primer núcleo de átomo; el hidrógeno, por ser el más simple de todos los que hay, y pasados tres minutos se crearon el núcleo de Helio y después el de Litio.

Para simular el Big Bang, se construye el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el mayor acelerador de partículas del mundo, siendo su longitud de 27 km, y construida a 100 metros bajo tierra entre las fronteras de Francia y Suiza.
Esta máquina simula las condiciones iniciales (primeras fracciones de segundo) de nuestro universo.
Las partículas subatómicas colisionarán en las entrañas del LHC aproximadamente 600 millones de veces por segundo, y desencadenarán la mayor cantidad de energía jamás observada en las condiciones de un experimento científico.